viernes, 20 de agosto de 2010

retazos del despues

Abro mis ojos y despierto del sueño.
Me levanto de mi cama, y veo que todo es diferente. Me estiro, intento encontrar algun movimiento que me reconforte, todavía mi mente no se activa ni comienza a pensar ni a maquinar con ideas e imagenes. Es un buen momento para sentir. Sentir mi cuerpo, mi alma, mi corazón.

Hasta que mi mente tiene su primera idea, y el día comienza. Comienza las ilusiones, los miedos, comienza la vida.

Es mágica la dinámica de la vida, hasta que en algún momento nos damos cuenta que ya les quedan pocas vueltas a la rueda, allí esperemos que no haya algo de que arrepentirse por que va a ser tarde. Mejor pensar en que todavía hay hilo en el carretel y tenemos en nuestras manos la oportunidad de tomar el toro por las astas y hacer las cosas que queramos para darle sabor al día a día

1 comentario:

  1. "Y hacer las cosas que queramos para darle sabor al día a día"
    Ahí está la desición y la libertad de vivir.

    No sabía que andabas por éstos rumbos! me gusta.

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