Va terminando el 2013, y este año en mi vida marcó una relación de conciencia con la terrenalidad y lo efímero que es la vida del ser humano.
La muerte es el fin de un ciclo, que puede ser hermoso, o puede ser marcado por el sufrimiento, por el dolor y por muchos sentimientos que siente el ser humano que es la vida.
Escribo estas líneas simplemente para exteriorizar lo que en este momento siento que es tomar conciencia de lo valioso que es la vida del ser humano, y de lo que muchos no aprendemos día a día.
Este año han fallecido muchos conocidos en accidentes de tráficos. No por escribir esto disminuirán, a veces por más que uno tenga todas las precauciones, en el libro de la vida está marcado que ese es tu tiempo y tu hora, para despedirte de este mundo, sin embargo es importante tomar conciencia, de que muchas veces una imprudencia, una copa de más puede terminar en una tragedia.
El comienzo de este año, estuvo marcado por un accidente grave, de nuevo no tenía ninguna relación filial ni super afectiva con las personas, pero estaba en ese grupo, en ese momento y en ese lugar. En ese momento y en ese lugar me toco acercarme y convivir, con el momento y el lugar y estar en un rol de observar, acercarme al auto, buscar las pertenencias de los fallecidos.
Tarde unos días en asimilar lo que había vivido, fue una experiencia fuerte, sobretodo para todo la persona que tenía una relación cercana con esas personas. A veces en las tragedias hay gente que se salva, muchas veces uno no es consciente de las decisiones que toma en su vida y cómo puede cambiar todo en un segundo. Uno recopila instantes y momentos y ve cómo un sí subite, puede devenir en ser parte de algo o no, esa es la dinámica de la vida.
Sin embargo estos accidentes de conocidos también me han hecho entender algo, uno no sabe el día ni la hora, pero si puede actuar en consecuencia a este desconocimiento, aprendiendo a disfrutar, a vivir cada momento, aprendiendo a amar y sabiendo que siempre por más obvio que resulte algo puede ser el resultado de una sonrisa y de un momento único.
Creo que somos inconscientes de este regalo que se llama vida, que muchas veces olvidamos decir te quiero, gracias, dar un abrazo, sonreír, llorar, disfrutar porque pensamos que tendremos el día de mañana para hacerlo.
La realidad marca que la vida puede ser larga, que en muchos casos puede suceder lo contrario.
Luego uno, en el momento en que la vida de alguien conocido termina, se arrepiente de no haber dicho, disfrutado y hecho lo que hubiese querido con ese alguien, aprovechar la vida y ser feliz es nuestro derecho y nuestro deber no puede ser una opción
Simplemente intentar aplicar esto desde el día de hoy en adelante, con la gente que quiere estar en mi vida.
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