viernes, 24 de septiembre de 2010

tiempo

Sirac 3,1-11.
Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol:
un tiempo para nacer y un tiempo para morir,
un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado;
un tiempo para matar y un tiempo para curar,
un tiempo para demoler y un tiempo para edificar;
un tiempo para llorar y un tiempo para reír,
un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar;
un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas,
un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse;
un tiempo para buscar y un tiempo para perder,
un tiempo para guardar y un tiempo para tirar;
un tiempo para rasgar y un tiempo para coser,
un tiempo para callar y un tiempo para hablar;
un tiempo para amar y un tiempo para odiar,
un tiempo de guerra y un tiempo de paz.

¿Qué provecho obtiene el trabajador con su esfuerzo?
Yo vi la tarea que Dios impuso a los hombres para que se ocupen de ella. El hizo todas las cosas apropiadas a su tiempo, pero también puso en el corazón del hombre el sentido del tiempo pasado y futuro, sin que el hombre pueda descubrir la obra que hace Dios desde el principio hasta el fin.

Hoy hay tiempo... Tiempo para conocer, para reir, para amar, para llorar...


Si cada vez que pasa algo malo tuvieramos la fuerza para entender que la vida es maravillosa, podríamos entender el milagro de ver el sol cada mañana sabiendo que nunca nadie va a quitarnos la posibilidad de ser Luz

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