Hoy voy a hablar de fútbol...
Analizando todo lo acontecido en nuestro país en los últimos días en relación a nuestra selección me invade un profundo sentimiento de decepción; Tanto como hincha, como persona y como argentino.
Parece mentira que el argentino pueda traspolarizar sus errores y aplicarlo en los diferentes ámbitos de la vida.
Vivimos una situación dónde 2 egos se enfrentan; donde el pueblo está a favor o en contra. Nada más alejado a lo que vivimos de manera cotidiana los argentinos.
Caemos en la hipocresía, de defender a muerte personas; y nos ponemos en lugar de jueces para analizar valores; cuando la falla estructural en todo esto es la carencia de ideas.
Es importante no caer en el mal llamado " Nacionalismo" o en un falso patriotismo. El mundial despierta sensaciones, ilusiones, amores y odios. Nadie va a negar que durante el transcurso de la cita máxima del fútbol; no nos ilusionamos a medida que pasaban los partidos. Nuevamente hablamos de un serie de emocionamos que no estaban basadas en hechos profundos; si no en sensaciones pasajeras.
Maradona también despierta amores; genera un magnetismo diferente, especial, hasta llegar a una sobre valoración que supera la de un ser humano normal. Sumando estos dos factores, es fácil tener una ilusión que roza la locura.
Sin embargo la realidad nos demostró con dureza el lugar que sigue ocupando hoy en día el fútbol argentino.
El Diego creó una nueva mística para la selección; un nuevo sentimiento de pertenencia a lo que es vestir la celeste y blanca. Fue un gran motivador; uso sus dotes de orador, su magnetismo para despertar vida. Para alimentar egos y raíces. Sin embargo careció de inteligencia para plasmar sus ideas en un planteo táctico adecuado.
Es fácil caer nuevamente en la tentación de hablar a través de sentimientos; y volcarnos a un análisis simplista sobre lo que es Maradona para nosotros los argentinos. Sin embargo es importante separar los ideales y observar la realidad.
Por otro lado desde la AFA nuevamente dan muestras de poder; de un poder absoluto; donde nuevamente se ven carencias de ideas que rozan el capricho.
Todo estos días las discusiones se basaron en un juego de poder, y no en una construcción a favor del fútbol. Nuevamente hay un juego macabro sobre las ilusiones del pueblo, que simplemente se basa en muchas palabras y pocos hechos.
Hoy no hay ganadores; Maradona cayó en el pecado de la soberbia; no supo seguir construyendo esto que tanto nos había ilusionado; los argentinos no aprendemos, no nos damos cuenta en lo necesario que es construir TODOS JUNTOS.
El fútbol es un estamento más de la sociedad que nos refleja a los argentinos.
Nuevamente alegamos por algo mejor; tanto a nivel social, económico; deportivo y humano.
No mejor a nivel resultados, si no mejor a nivel humano y para eso es necesario una autocrítica mayor y más profunda.
El fútbol ha sido preso nuevamente del argentinismo irracional.
Y la pelota se mancho, como muchas veces se mancha la vida misma.