lunes, 27 de febrero de 2012

Las palabras pueden ser balas que acribillan sentimientos, el teclado es el elemento que canaliza mis enojos,mis frustraciones...

Y se van sumando, hoy escribo de mi, sólo de mi...

Cansado y frustrado, pero con una esperanza que se vislumbra en el horizonte...

El mal existe, las diferencias también, los enfoques pueden ser dísimiles, y lo que para uno está bien para otro está mal, y sólo yo soy dueño de mis emociones, no la causa, por que la causa puede ser la acción, elección, palabra o movimiento del otro...

Se que elijo enojarme, que elijo frustrarme y que lamentablemente, no puedo preguntar ¿por que? no existe ese canal para decir, que necesitas o queres de mi, cuál es el papel que tengo que ocupar o hasta cuando voy a ser parte de la estructura desde dónde funciona la lógica de los movimientos...

Podría escribir muchas barbaridades fruto del enojo irracional, fruto de la bronca... Pero hace un par de líneas vislumbraba una esperanza...

Esa esperanza es Dios, yo soy Cristiano, y creo en Dios, en mi Dios que se hizo Hombre en Jesús y qué a través del espiritú obra en muchas acciones en el día a día.

Por lo tanto creo que Dios va a obrar en mi cómo más de una vez lo ha hecho y va a canaliza mi energía en hacer el bien, yo se la ofrezco para que haga sus obras, a ¿Quién? eso es lo de menos por que con sólo salir a la calle uno puede encontrar personas que necesiten una sonrisa, un cariño, un abrazo o una buena acción...

Este espacio sirve de descarga, y pronto la acción va a suplantar el enojo que se va a transformar en amor...








viernes, 10 de febrero de 2012

Sacando polvo del blog

Hay que gritar, hablar, dejar salir a través de nuestra garganta ese torrente de emociones que día a día recorren nuestro ser.

Dentro de la vida, existe un constante juego de miles de emociones que vamos a vivir, vamos a oscilar entre la alegría y la tristeza, la humildad y el ego, el amor y el odio, y así entraremos en varias dualidades...

Eso es un hecho fáctico, todos en nuestra vida en algún momento vamos a sentir, y hasta puedo asegurar que va a ser más de una vez.

Pensando en la enorme capacidad que el ser humano tiene de sentir, creo que realmente empieza a tomar importancia la necesidad de compartir ese torrente de emociones.

Muchas corrientes de pensamiento, consideran que el origen de toda enfermedad está en la represión de sentimientos.

El origen de esa represión muchas veces está en el miedo, pero personalmente creo que toda represión esta originada en la mente, de manera consciente o inconsciente y que esa represión de sentimientos es algo que se transforma en una corriente cíclica de acción en los diferentes espacios de la vida.

Si uno pudiera leer, los libretos de cada historia personal al momento de ver una persona podríamos entender muchas cosas acerca de su personalidad, de su ser, de su modo de actuar.

Pero volviendo al hilo de este texto, la necesidad de transmitir, de hablar, de contar, es un ejercicio que debe ser puesto en práctica por parte de las personas, con las redes sociales, con el uso de internet, con la aparición de las nuevas tecnologías, existen muchos espacios para realizar catarsis, para contarle al mundo virtual lo que pasa por nuestra mente.

Esa es una opción válida, otra opción es simplemente mates de por medio o algún otro tipo de infusión o bebida, y día generar ese ejercicio de contar, y charlar y desnudar el alma junto a la otra persona para aumentar la calidad de la relación humana.

En algunas personas la curiosidad de conocer es grande, para otras la necesidad de contar es chica.

Muchas veces la sensación de fortaleza vende imagen, y a eso intentamos consciente o inconscientemente acercarnos.

Muchas veces aparentar una realidad donde todo está bien, brinda consuelo a nuestro entorno, pero no a nuestro corazón.

Simplemente, es hermoso poder tener un espacio dónde otra persona quiera saber que sentís, que pensas, o simplemente escucharte...

Derribar esa barrera, de que él otro va a juzgarme es el primer paso