Nunca se va a conocer lo suficiente sobre algo, pero tampoco se puede decir que uno desconoce todo, todos tenemos alguna virtud, y algún conocimiento, práctico, teórico, culinario, material, histórico...
El ser humano en general busca conocer, busca trascender, busca entender racionalmente que es lo que pasa al lado, siempre y cuando este dentro de los intereses que uno posea, intentara por todos los medios adquirir conocimientos para saber, y en la era de la información el conocimiento está al alcance de un simple buscador, una palabra bien escrita, o una búsqueda bien orientada y millones de entradas, que en tan sólo 5 segundos invadirán la computadora.
Ahora ¿ Qué hacemos con esta superpoblación de información?
Es ahí cuando debemos desarrollar el famoso y bien llamado pensamiento crítico, en dos sentidos:
Primero entender que toda información esta enmarcada en contexto y que esa información está puesta por alguien y por algo.
Segundo ver que uso le doy a esa información desde el lugar de repetirlo como loro, hasta investigar, y re investigar para adquirirlo hacia uno como un saber más que uno posee...
Al día de hoy existe la tercera opción, esa de la cultura del no me interesa, no me importa, qué repite lo que ve, sin entenderlo, sin buscar profundidad de contenido, ni escuchar el otro lado...
En ese montón aparece la destrucción y la crítica sin sentido que nos aleja totalmente del bien común y de la construcción de algo mayor que trascienda la comodidad humana y ayude al otro a encontrar la felicidad...
Y esa felicidad no siempre es material...
