martes, 25 de diciembre de 2012

Rodney Peterson era un joven normal, tenía 16 años, y una vida en la que no pasaba más que lo propios sobresaltos de un joven que comenzaba a vivir la adolescencia.

Hijo de  Tobias y Mery,  Rod era un soñador empedernido, que en su cabeza, era capaz de imaginar grandes historias, con un hilo que sólo era posible desmarañar, mediante un cuidadoso proceso de ir paso a paso explicando, cúal era el comienzo de ese hilo.

La historia de Navidad.

Rodney era cristiano, tan cristiano cómo podía ser un joven de 16 años, es decir que como no existen personas iguales, podemos decir que Rod era tan cristiano como podía serlo Rod, en una familia tipo.

Ya hacía mucho tiempo que su imaginación habia oscilado entre dejar de creer en Santa Claus, para empezar a dejar de ver la Navidad cómo una fiesta dónde, el protagonista principal era el regalo.

Ese día Rod, había vuelto de la casa de su amigo Peter, y había llegado a su casa, y gracias a las movilidades tecnológicas del día de hoy, ya había enviado la nada despreciable cifra de 50 mensajes de textos, mas 100 whats apps, y unos 35 mensajes de Black Berry, sin hablar de las notificaciones de Facebook.

Entre esos mensajes había recibido uno de su primo Ed, invitándolo a asistir a la misa. Rod, nobleza obliga, no era un persona de asistir a misa, inclusive desde que había hecho la Comunión, a los 12 años, había comenzado un proceso paulatino de alejamiento, fruto de su vida diaria, y del ruido normal de todos los preadolescentes, que logicamente prefieren conectarse al mundo desde su Pc, que perder tiempo en cosas que estan alejadas de su entendimiento.

Está invitación había comenzado a mover este hilo de pensamiento que era la cabeza de Rod, al leer el mensaje comenzo esa red, su pensamiento rotaba en la ausencia, en las ganas, en la posibilidad de asistir y ser mirado por el resto de las personas como un extraño, en el miedo de haberse olvidado las respuestas, en  el que dirán el resto de sus amigos, en que la hora de la misa era tarde, y tenía que ir a cenar junto a su familia.

Sin embargo, la inquietud mayor radicaba, en la curiosidad, ese sentimiento que muchas veces inicia las acciones más iverosimiles.

La curiosidad de Rod, era simple, porque tanta gente iba a misa de navidad...

Así que su respuesta fue sencilla, su respuesta fue Si, te espero primo.

Este es el momento en que el lector, se imagina varias cosas, entre ellas,como Rod fue a esa misa, y ocurrio el milagro de navidad, Rod tuvo un encuentro con ese Cristo, niño que nacido en la pobreza extrema venía a liberar el mundo.

Pero eso es ser demasiado pretencioso, Rod asistió a la misa, en algunos momentos, se emociono, en otros se aburrió, canto el villancico, contesto por inercia algunas oraciones, vió a su primo recibir la Eucarítstia, se pregunto e intento recordar esa sensación, pero estaba alejada en algun sitio profundo de su mente.

Termino la misa, vivió la cena con su familia, y termino la navidad cómo la terminan las mayorías de las familias, recibió sus regalos, besó a su abuela, saludo a sus hermanos, y volvió a su casa a dormir...

En el momento de acostarse,en su cabeza había una pregunta... ¿y yo porque querría ser cristiano?

Cuando iba a comenzar ese proceso de perderse en un hilo de ideas, buscando quizás una respuesta, sono su celular, una notificación de facebook, que lo hizo, comenzar a navegar en la red, hasta quedarse dormido...

No sabemos cómo evoluciono esa pregunta, quizás en algun momento esta historia continúe, si podemos inferir que Rod es cómo cualquiera de nosotros, con su vida, con su contexto, movido por algo, una tradición, una enseñanza, un encuentro, que en el día a día, vive más cerca de sus amigos, cómo todos los jóvenes pero más lejos físicamente, y que a veces se pregunta que hace en el mundo.

Podemos saber que asi cómo él, alguna vez la gran mayoría, se pregunto ¿Y yo por que querría ser Cristiano? la respuesta esta dentro de cada corazón... y quizás algún día de alguna forma misteriosa, Rod elija evitar las distracciones del mundo y responder las preguntas trascendentales de su corazón... No sólo religiosas, sino en lo que el hombre está llamado a la vida, ser feliz,desde el lugar dónde le toca a través de algo que se llama simpleza, amor y alegría, por que la vida es del color que uno se la toma